EL BRITANO CAPITULO 52

Conseguimos que el pequeño Tomas  se olvidase del incidente  y regresamos a casa  para cenar. Tomas estuvo muy callado  y no dejaba de mirar de reojo  a  Edward.  Despues de cenar ayudé a los niños  a recoger los platos  y fregué, pues el domingo era día de  fiesta para  Ane  y no hacía nada, sólo  descansaba,  no cocinaba  ni fregaba.
A la hora de dormir, me imaginé  lo que Tomas  nos iba a decir :
"Yo  quiero  dormir contigo"

Edward lo miró cariñosamente  y se sentó junto a él en el banco.
"Pero  si no vas a estar  solo, vas a  dormir con los otros niños",  le dijo.
"Yo quiero dormir contigo ", dijo  el niño.
"Tomas,  no debes tener miedo, ese hombre no  volverá ", respondió Edward  intentando  convencerle, pero la  sola mención  de  "ese hombre ",  hizo que el niño se asustara más.
"Yo  quiero dormir contigo ", insistió.
"Pero no sé  si vamos  a caber  los tres  en la cama", dijo Edward  mirandome  y pensando  que se nos había estropeado  otra noche de amor.
"Yo  me hago una bolita  pequeña  y cabo ", respondió  Tomas.
Yo  me reí  por  la respuesta  del niño, pero  debiamos  inventarnos  algo  para  que  el niño no se acostumbrara  a  dormir  con nosotros  cada noche.

"Vamos  a cambiar  las  sábanas ", dije. Los  domingos  se cambiaban  las  sábanas  de las camas  y se ponían otras  limpias . Por  lo tanto  me dirigí   a  Ane para  que  me diera  la ropa  de cama.
"¿Quieres  que  te  ayude, pequeña?,  me  preguntó  Ane.
"No,  Edward  me ayudará . A él  le encanta ayudarme.
"Ja, ja,ja !  es un hombre fuera  de lo común ! "

Cambiamos  primero las  sábanas de las camas de los niños. Todos dormian juntos;  los niños en una cama  grande  y  las  niñas  en otra. Tomas  nos  observaba todo el rato  y no nos  quitaba ojo.  Me  puse  a  pensar  en las  cosas  malas  que le habría  hecho  su verdadero  padre ...  No creo  que el niño  se acordara  mucho. Tendría unos  3  años cuando su padre lo vendió,  pero a veces  es suficiente   recordar  una imagen  para  tener  miedo .

"Bueno, ya puedes hacerte  la bolita ", dijo Edward  a Tomas , y  el niño muy contento  se metió en nuestra cama  y  se encogió como un corderito.
"No mires, voy a darle muchos besitos a Bella ", dijo  Edward  estrechandome entre sus brazos.
"Pero, Edward, el niño nos va a ver", dije yo protestando en voz baja.
"Yo  cierro  los ojos  y me hago una bolita",  dijo la voz  de Tomas  bajo las sábanas.
"Ja,ja,ja,ja!  ",  me reí.
Edward  se quitó la túnica y se puso una limpia,  yo  me puse un camisón limpio , nos besamos un rato  y nos  metimos  en la cama. Efectivamente  Tomas  se habia encogido  como una bolita en medio  de la cama. Cuando notó  que nos acostábamos   a su lado  , se rió  por  lo bajo   y cantó :
"Beeellaaaa..... Edwaaaaard "

Me  sentí dichosa. Era como si ya tuviesemos  un hijo.  No  me importaba  que  el niño   durmiera  todas  las  noches  con nosotros .  Ya  encontrariamos  una  ocasión para  hacer  el amor  Edward  y  yo. Por  las  tardes....  después  de las  clases...  cuando  los  niños  estuvieran  jugando...
Tomas  volvió su cabecita  hacia  Edward  y dijo :
"Edward...  yo  quiero  que seas  mi papá ".
"Muy  bien,  voy  a ser  tu papá  siempre "
"Bella... ¿tú vas  a  ser  mi mamá ? ", me preguntó.
"Claro  que sí ".

Cerró  los  ojos  y se quedó dormido   como  una  ovejita.

"Vaya,  se ha dormido ", dijo  Edward.