A la mañana siguiente me desperté y Elias Edward no estaba en la casa, como ya me había dicho. Estaría en el monte cercano recogiendo leña. Me aseé y peiné , me puse una túnica limpia y vestí y peiné a mi hijo. Bajé a la cocina y me acerqué timidamente a la vasija de aceite y al cántaro de harina. Los destapé ... La vasija de harina estaba llena y el recipiente del aceite estaba lleno!!
Me arrodillé en el suelo de la cocina y exclamé : - Yahvé Todopoderoso y bueno, Tú me proteges a mi y a mi hijo , con tu brazo poderoso !
- Mami ¿otra vez está la vasija llena? - preguntó mi hijito.
- Sí, cariño ! - canté más que respondí y me giré para danzar, cuando.... vi por la ventana de la cocina algo que me sorprendió : En el patio, al fondo, se veía una gran mancha verde . Yo sabía que en esa esquina del patio solo estaba el árbol seco , la higuera seca , pero ahora se diría que había reverdecido !
No podía creerlo y fui rapidamente hacia el árbol . Los primeros rayos de sol lo iluminaban y hacían brillar sus hojas verdes , sí verdes !
No tenía por qué sorprenderme porque yo le había pedido a Dios que volviera a dar vida al árbol para que tuviese frutos.... y ahí estaban entre las verdes hojas , los higos oscuros , maduros , apetitosos... Cogí uno , lo pelé y me lo comí. Estaba delicioso !
- Yahvé Dios mío, Gracias por todo lo que me das ! - exclamé riendo y llorando a la vez .
- Mami pero ¿que pasa?
- Pero hijito , no ves ? Dios nos ha dado un árbol nuevo, lleno de frutos !
Como mi hijo era pequeño , lo cogí en brazos y lo subí por arriba de mis hombros para que mirase .
- Ah, vaya ! Cuantos, cuantos mami ! - exclamó al ver los frutos.
- Ay cariño, cogeremos muchos y haremos una tarta de higos .
- Y también los comeremos así.
Estiré mi mano todo lo que pude y agarré un higo para mi hijo.
- Es dulce, mami .
- Cogeremos la escalera y recogeremos una cesta llena de higos - dije . Bajé al niño de mis hombros y juntos de la mano nos dirigimos a la cocina . Al entrar vi una sombra grande y alta. Era Elias Edward. Cargaba con un gran fardo de leña.
- Buenos días Bella, voy a dejar esto en la leñera - me dijo sonriendo con sus dulces ojos.
- Elias Edward ha ocurrido otro milagro ! Tienes que verlo ! - dije alborozada.
- Tranquila mujer - me dijo depositando la leña en un rincón de la cocina.
Yo le cogí de la mano y lo llevé hasta la higuera. Me sentía tan contenta que no me di cuenta que lo cogía de la mano. Si me hubieran visto algunas mujeres me habrían llamado descarada por hacer eso. Pero hacía mucho tiempo que por mi casa no venía nadie.
- Mira la higuera ha dado frutos y ayer estaba seca !
Elias Edward miró el árbol y lo examinó con detenimiento. Luego me mostró una gran sonrisa.
- Dios me escuchó - dijo.
- ¿Tú rezaste para que el árbol diese frutos? - le pregunté.
- Siempre le rezo - afirmó.
Caí de rodillas y besé el dobladillo de su túnica .
- Bella, levanta , por favor, mujer - me dijo y me cogió con sus fuertes brazos . Me miró de manera subyugante y creí que me iba a besar , que nuestros labios se iban a unir otra vez .... pero después de mirarme con pasión , me besó en la frente y dijo : - Si me das una escalera o una banqueta subiré y recogeré algunos higos .
Al poco rato Elias Edward entró en la cocina con una canasta llena de higos.
- Mira mami !
- A desayunar todos ! Elias debes estar hambriento - dije . En mi imaginación Elias era mi esposo y tenía que cuidarle bien y alimentarle - Siéntate Elias y come esta torta.
Me miró sonriendo y se lavó las manos . Después se sentó y yo le ofrecí una torta de pan con aceite y un puñado de higos. A mi hijito también lo mismo y otra ración para mi.
- Que bueno está el pan con higos - dijo Elias.
- Mami creo que nunca comí tanto como hoy - dijo mi hijo - voy a reventar !
- Ay hijo qué cosas dices ! Yo soy feliz viendote comer - exclamé y pensé lo diferente que era mi vida antes de que Elias Edward llegase a casa . - Con tantos higos podemos hacer una torta y también poner algunos a secar para poder conservarlos mejor.
Después de desayunar Elias Edward me miró y me dijo : - Bella voy a arreglar el cobertizo y el corral.
- Pero no hace falta , no tenemos animales ; aunque esté roto no importa.
- Pero quiero arreglarlo . Quiero ayudarte en todo lo que pueda - me respondió mirándome con amor.
Yo pensé que sí quería que me ayudase .... quería sentir sus brazos, sus caricias y sus besos . Yahvé me lo había enviado para ayudarme y reconfortarme y quien sabe ... tal vez con el tiempo, Elias se quedaba para siempre conmigo y se convertía en mi esposo.
Elias se dirigió hacia el cobertizo y lo escuché trastear y mover cosas ; yo recogí los platos y los vasos y me fui a arreglar el cuarto donde dormía Elias Edward , aseé la cama y después arregle el cuarto de mi hijo. A continuación me puse a imaginar qué podía yo hacer para ofrecer a Elias alguna comida diferente. Me hubiera gustado poder hacer asado de carne .... pero no tenía monedas para comprarla.
ay pero cómo está en esa foto tu espositoooooo !!!!
ResponderEliminarLa higuera y el olivo son los árboles más famosos en las historias de la Biblia, asi como también la vid. Hay muchas parábolas y relatos que tienen como protagonistas a la vid y la higuera . Los higos eran un alimento comun en la sociedad judía.
ResponderEliminargracias por tu comentario amor !!
Eliminarbesitos Sarita