Durante los días siguientes Elías Edward no me contó nada más de su vida pasada y yo tampoco quise preguntarle ni forzarle a hablar. Tampoco hubo más besos junto al fogón de la cocina ; parece que Elías había recuperado su autocontrol y reprimía sus deseos de acariciarme y besarme , pero yo sabía que tarde o temprano volvería a ocurrir porque era evidente que me amaba , de alguna manera especial, me amaba y eso no se podía ocultar.
Pero también durante los días siguientes ocurrió otro prodigio o milagro : apareció una cabra dentro de mi casa.
Fue igual que cuando llovió . Una mañana mi hijito me despertó y me dijo :
- Mami hay un ruido raro afuera .
- Cariño será el viento o un pájaro.
- No mami, es como un balido de oveja o cabra .
- Cariño, no tenemos cabras .
- Mami levanta !
Me levanté de malas ganas , tenía un hermoso sueño con Elias Edward y no quería despertar para que no acabase mi sueño . Pero me levanté y asomé a la ventana .
- ¿Ves esa cosa blanca en el centro del patio ? - me dijo mi hijito.
- Sí , la veo. - todavía no había amanecido y las primeras luces del día no iluminaban pero se veía una mancha blanca que se movía . - Vamos a vestirnos y salgamos a ver - dije .
Nos vestimos y bajamos despacio para no despertar a Elias Edward , aunque yo pensaba que Elias tenía algo que ver en esto. Cuando llegamos al patio ya había un poco de luz y vimos que se trataba de una cabra de tamaño mediano que estaba tan tranquila mirándonos y moviendo las orejas .
- ¿ Mami se habrá perdido?
- No creo cariño. Por aquí no hay rebaños cerca y ella sola no ha podido venir desde las montañas. Yo creo que Dios la ha traido hasta aquí.
- Tendrá hambre ¿ le damos algo de comer?
- Esperemos a que se levante Elias Edward , a ver lo que dice él.
- Bueno... - dijo mi hijo.
- Ahora tenemos comida, podemos darle mucho pan - respondí para animarle.
Entramos en la cocina y me dispuse a lavarme la cara con agua fria para despertarme del todo. Escuché a Elias bajar los escalones de la casa y entró a la cocina .
- Buenos dias Bella, buenos días ....
Mi hijo se dirigió a él y le abrazó
- Elias Elias ¿le podemos dar de comer ?
- Buenos días David, pero ¿qué dices?
- La cabra tiene hambre - dijo mi hijo.
- Ha aparecido una cabra en el patio Elias - dije sonriendo. Ya no me sorprendian tanto los prodigios que ocurrian en mi casa.
- Una cabra , vamos a verla ! - exclamó Elias .
Nos acercamos todos y la cabra nos miró un poco aburrida. Era joven y era una cabra con ubres. Parecía que las tenía llenas de leche .
- Creo que debería ordeñarla primero , parece que está inquieta - dije .
- Sí Bella , buena idea.
Ordeñar cabras era algo fácil para mi . Cogí una vasija y la puse debajo , me arrodillé y apreté las ubres de la cabra. Salió una leche blanca y tibia y se llenó la mitad de la vasija.
- Mira !
- Qué bien ! - exclamó Elias - eres una buena cabra y aquí te daremos mucho de comer , y mira qué bonita cerca hice para ti.
- Elias, ¿estás hablando con la cabra ? - preguntamos mi hijo y yo a la vez.
- Sí , ella me entiende - respondió y nos guiñó un ojo.
- ¿Le puedo dar comida a la cabra , mami?
- Si , hijo ; vamos a prepararla. - dije .
Desmenucé en trozos pan del día anterior , lo mezclé con un poco de agua y le di el cuenco a mi hijo para que lo pusiera cerca de la cabra . Al poco rato vimos cómo la cabra se comía aquella papilla de pan.
- Elias tú serás el primero en probar la leche de la cabra - le dije.
- Ah , no - respondió enseguida - la leche es para el niño y para ti .
- Qué bueno eres Elias , aunque si la cabra da bastante leche puedo hacer queso.
Me miró con una sonrisa encantadora que me hizo temblar de amor . Cada día que pasaba estaba más enamorada de él. Me dispuse a preparar el almuerzo para los tres . Herví la leche en el fuego y puse un tazón para mi hijo. Por primera vez en mucho tiempo mi hijo podía tomar leche y mojar el pan en el tazón . Me sentía feliz .
- Mami que rica está !
- Mi amor - le respondí y unas lágrimas cayeron de mis ojos . Elias Edward acercó su mano a mi mejilla y secó mis lágrimas con su dedo.
-El respondió a tus oraciones - me dijo.
Yahvé bueno y misericordioso respondía a mis oraciones . A todas.... pensaba yo que tal vez si porque todas las noches le rogaba entre sollozos ahogados que Elias se convirtiese en mi esposo.
Después del almuerzo Elias Edward fue a por el rollo de la Ley y enseñó un poco de lección a mi hijo . Mi hijo ya podía leer algunas palabras sencillas y yo me sentía muy orgullosa de él .
- Estoy asombrado David, has hecho muchos progresos hijito - Elias ya llamaba a mi hijo hijito ; estaba totalmente encariñado con él.
- Hay algunas letras que no recuerdo bien , no sé por qué no las aprendo - dijo mi hijo.
- Tranquilo hijito, ya verás que las aprendes pronto, tenemos muchos días para leer
Al escuchar esto sentí una gran alegría y satisfacción en mi corazón. Todavía quedaban muchas veladas junto al fuego de la cocina para estar con él , para disfrutar de su compañía.
Como ahora el pozo siempre estaba lleno de agua , ya no tenía que ir a hacer la colada al arroyo y lavaba la ropa en el patio. Saqué agua y llené varias vasijas y palanganas de madera , lavé toda la ropa de la semana : túnicas, ropa interior, corpiños, fajas, ... Sentí mucha satisfacción de poder lavar otra vez la ropa de un hombre. Me habían educado para que servir a mi esposo fuese la tarea mas importante de cada día , y como ahora el único hombre de la casa era Elias Edward , lavar su ropa o cocinar para él era un placer.
Aquella tarde hizo calor y la cabra se refugió bajo la sombra de la higuera , mi hijito le puso agua en un cubo y estuvo jugando con ella.
- Qué contento está - me dijo Elias mientras yo tendía la ropa bajo el sol. Estaba observandome todo el
tiempo y me ayudaba a tender la ropa.
- No es trabajo de hombres - le dije. Nuestras manos se rozaban cada vez que él me daba las pinzas para tender .... Era tan guapo , tan hermoso, tan fuerte , tierno y buen hombre. Me aferré a su mano cuando me dio una pinza. El se inquietó pero no retiró la mano. Yo la apreté con amor y le miré a los ojos , a su perfecto rostro.
- Te quiero Elias - susurré para que mi hijo no nos escuchara.
- Mujer - dijo Elias tímido
- Es la verdad, te amo - dije y acaricié su antebrazo velludo - soy feliz de tenerte aquí.
- Yo también soy feliz Bella - me dijo cogiendo mi otra mano - pero yo no puedo ser para ti , ya te lo dije , dulce Bella. - añadió y me miró como si deseara besarme . Pensé en el conflicto interior que posiblemente había en su corazón : Había sufrido mucho , después había tenido que huir de su tierra y esconderse en una cueva , y ahora estaba en mi casa , seguro y protegido, Yahvé lo protegía . Yo quería darle a Elias todo el amor que yo pudiera darle. Quería ser su amiga , su compañera , su esposa.... y darle todo lo que una esposa daba a su esposo.
- Estarás muy cansada de lavar y lavar toda la tarde - me dijo - quiero que te sientes en el banco de la cocina y descanses . Yo me ocuparé de lo que queda por hacer .
- ¿ Vas a preparar tú la cena ?
- Si mujer - me respondió.
wow sigue adelante como te prometi sigo leyendo tus historia cuidate
ResponderEliminarhola amiga !
Eliminarme alegro que te guste
besos !!
hola Paola !
ResponderEliminarCómo estais ?
Tercerilla amiga !! Me gustó el capitulo, estoy deseando que pongas los siguientes
besositos
(luego escribo más)