Kiko era un gatito de 6 meses muy curioso que siempre había vivido en casa y jamás había salido a la calle. Sabía que existía una cosa llamada puerta la cual se abria y cerraba varias veces al dia y entraban y salían personas. Así que ¿por qué no podía él también salir por esa puerta?
Un día decidió hacerlo. Estuvo vigilando desde el pasillo el momento adecuado y cuando se abrió la puerta , raudo y veloz se escapó.
Eran las 6 de la tarde y nadie en la casa se dio cuenta que Kiko se había escapado por la puerta abierta. Kiko salió y bajó las escaleras ... un rellano, otro, otro y por fin llegó al portal del edificio y ... la puerta también estaba abierta ! Qué bien !
Nunca había estado en la calle ; el ruido de los coches , los gritos de los niños le aterrorizaron y también tenía frío; el pobre Kiko se escondió debajo de un coche y se llenó de grasa y de gasolina.
Mientras tanto la niña se dio cuenta que el gatito había desaparecido y se puso a llorar pues creía que Kiko habia sido atropellado por un coche .
Pero a la media hora llamaron a la puerta ; era la vecina que había encontrado a Kiko !
Kiko estaba lleno de grasa y gasolina , temblaba y maullaba de miedo. La niña lo cogió en brazos y lo besó pero Ufff ! apestaba a gasolina . La niña limpió al gatito lo mejor que pudo y Kiko decidió no salir nunca más a la calle .
tercera esposa , 2012
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