Mientras Elias Edward se lavaba las manos , lo observé sentada en el banco de la cocina. Sus elegantes y suaves movimientos colocando los platos en la mesa, cortando el pan en rebanadas , poniendo el cuenco de la leche , el plato con los higos, .... Mi esposo no hubiera hecho eso nunca. Me quería y era un buen hombre , pero jamás habría hecho una faena de mujer ; sin embargo Elias Edward parecía que había hecho eso siempre . No sé por qué pero todo lo que hacía lo hacía bien.
Cenamos en paz , como cenábamos todas las noches y después mi hijito pidió un cuento.
- Cuando yo vivía en la cueva y me visitaba Tuc , el pájaro, había también un ratón que venía a verme . Era muy pequeño y de color blanco.
- ¿Un ratón blanco? - dijo mi hijo .
- Sí ; y se acercaba cuando hacía silencio y ningún ruido se escuchaba. Pero cuando se oían ruidos de caballos o de soldados , el ratón corría y se escondía en lo más profundo de la cueva . Así me advertía de los peligros . Cuando todo estaba tranquilo, asomaba sus pequeñas orejitas y yo le daba una miga de pan . El me miraba y se la comía .
Yo disfrutaba tanto como mi hijito con las historias de Elias . En ese momento era una niña pequeña yo también.
Cuando terminó, mi hijito nos dio un beso a los dos y un abrazo a Elias y le dijo : - Te quiero mucho Elias, buenas noches .
- Yo también hijito - respondió
Mi hijo se había encariñado con Elias y pensaba yo que cuando Elias se marchase iba a ser muy duro para mi hijo despedirse de él y decirle adios . Pero ahora no había que pensar en eso , lo que importaba ahora era pasar unas horas con Elias junto al fuego. Quería que él me contase cosas de su vida para que pasara lo de la última vez .
- Bella , ¿tú sabes leer? - me preguntó de repente Elias . Esa pregunta me sorprendió porque no me la esperaba .
- Yo... pues sí, un poco, ... mi padre me enseñó
- ¿ Quieres leer conmigo?
- Contigo , si ! - respondí - Con Elias quería hacer cualquier cosa .
Elias Edward cogió el rollo de la Ley , lo puso encima de la mesa y yo me senté junto a él.
- Cuando yo me vaya deberás ser tú la que enseñe a tu hijo las leyes de Moisés - me dijo. Yo le interrumpí y le dije :
- No pensemos ahora en el momento de tu marcha. Aún falta mucho....
- Está bien Bella, pero....¿sabes leer?
- Mi padre me enseñó, pero poco. Decía que las mujeres no necesitamos saber leer .
- Todo hijo de Israel necesita saber leer , hombre, mujer y niños - me dijo Elias - para poder conocer más a Dios y saber su palabra. Vamos a leer Bella.
Hacía tiempo que yo no leía. Mi esposo nunca había leído conmigo y fue muy placentero estar sentada cerca de Elias Edward para leer. Nuestras rodillas se juntaban y me acerqué más a él con la excusa de que no veía las letras. El las señaló con su dedo índice ...
- Si buscas a Yahvé tu Dios , lo hallarás . Si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma - leí - Cuando estés en angustia si te vuelves a Yahvé tu Dios , oirás su voz porque misericordioso es Yahvé , tu Dios , no te dejará ni te destruirá ni se olvidará de ti.
Cuando terminé de leer ese párrafo me di cuenta de la verdad de lo que acababa de leer
- Elias - dije - estaba angustiada y él me ayudó enviándote a ti , mi amor . - El se sorprendió cuando yo dije "mi amor ". - Sí , eres mi amor y te quiero Elias - añadí acariciando su barba .
- No hay nada malo en amar Bella - me dijo mirando hacia abajo - pero no te ilusiones mucho con ese amor que tú crees.
- Te amo y no quiero acallar lo que siento y sé que tú también me amas , Elias
Elevó la mirada hacia mi y pude disfrutar de nuevo de sus hermosos ojos .
- Bella , Dios sabe que no hay nada que yo desee tanto como poder ser tu esposo , pero como profeta de Dios tengo que obedecer a Yahvé. - me miró más profundamente durante un minuto , sonrió con una sonrisa triste y me dijo : - Bella , ojalá pudiera casarme contigo y ser profeta de Dios , pero no podría exponerte a ese peligro . Los profetas debemos viajar y enfrentarnos a peligros y amenazas - me dijo acariciando mi pelo - y si me capturaran... ¿cómo podría ofrecerte seguridad de esa forma ?
- No pretendo que desobedezcas a Yahvé pero tal vez si le rezamos los dos juntos , si le pedimos que te permita casarte conmigo ....
- Bella , Dios ya nos ha dado muchas cosas : alimentos , seguridad ,.... No le pidamos más por ahora .
- Te amo ...
- Bella , pequeña Bella , tienes que intentar no pensar en eso . Esa clase de amor que tú quieres es imposible
Pero Dios me había dado otras cosas que eran imposibles : harina y aceite que nunca se agotaban , un árbol milagroso y una cabra que daba leche.
- Me conformaré con cualquier clase de amor que tú me des , Elias Edward - le dije acariciando otra vez su cara y su barba .
holaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarCreo que voy a leerme este fic muchas veces amiga, porque es tan tierno y bonito. El otro dia soñé con Elias Edward .
Me gustaria hacer alguna foto de el con barba besando a ella , asi un montaje para que la pusieras
besositossssssssss
ay si este fic me ha salido muy bien, la verdad
ResponderEliminarEstoy pensando ya en la segunda parte , cuando el regresa despues de que llueve
pero si acaso ya para el año que viene porque tengo un monton de libros por leer y escirbir un fic , lleva tiempo
si escribo la segunda parte del fic, la va a contar Elias Edward
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