Los siguientes días fueron días de nervios , de miradas llenas de pasión y sonrisas de una felicidad que no se podía ocultar.
El aceite y la harina no se agotaban y cada mañana yo encontraba la vasija del aceite llena del precioso líquido amarillento y la vasija de harina llena de harina blanca y pura.
La higuera siguió dando muchos frutos , tantos que pude recoger un canasto para venderlo en el mercado y comprar un poco de carne. Quería hacer asado de carne para Elías porque me sentía tan feliz ..... Desde que habíamos consumado nuestro amor , yo sólo podía pensar en eso , en sus besos y caricias y en que él me había hecho sentir una mujer otra vez. Por supuesto deseaba volver a yacer con Elias , quería volver a ser suya pero.... sentía cierto temor por lo que hicimos, temor de que fuese un pecado . Elías también creía lo mismo que yo y durante unas semanas se mantuvo fuerte en su decisión de no volver a hacer lo que habíamos hecho , pero... estábamos felices ignorando lo que iba a ocurrir ......
Una mañana mi hijito se sintió enfermo. Tenía fiebre y estaba pálido y tembloroso . Yo me asusté mucho porque mi hijo nunca había estado enfermo y llamé a Elias.
Al decírselo, Elias se puso blanco como la pared y enseguida fue a la habitación a ver a mi hijito.
- ¿Qué te pasa , mi amor ? - le preguntó Elias arrodillándose junto a su cama.
- Elias - dijo mi hijito con voz temblorosa - me duele, tengo sed ...
- Mi hijito, no temas , tu madre y yo estamos aquí - levantó al niño y lo incorporó para beber agua. Mi hijo bebió un poco pero se quejaba.
- Me duele Elias - dijo.
- ¿Te duele al tragar , mi amor ? - preguntó Elias . Mi hijo asintió con la cabeza.
- El nunca ha estado enfermo Elias, ¿qué puede ser ?
- Será una dolencia propia de niños , no te preocupes Bella, quédate aquí con el niño . Yo voy abajo a calentar un poco de leche para él.
- No te vayas Elias - dijo mi hijito con su débil voz. Yo me asusté todavía más .
- Estoy aquí contigo, no me voy - respondió Elias - No tengas miedo , Dios está contigo , El te quiere mucho.
- No te vayas Elias ... - repitió mi hijo otra vez . Me entró una angustia terrible y no sabía lo que hacer. Al menos Elias estaba conmigo . Me daba terror pasar yo sola por eso. Ya había pasado yo sola la enfermedad de mi esposo.
- Bella ve abajo y calienta un poco de leche mientras yo rezo. - dijo Elias .
Estaba paralizada por el miedo asi que agradecí a Elias que me diese órdenes . Bajé deprisa y cogí un poco de leche que había sobrado del día anterior. La cabra me miró con extrañeza desde el patio.
- Luego te ordeño, bonita .
Calenté la leche y la puse en un tazón. Subí arriba otra vez. Elias estaba junto a mi hijo y le contaba un cuento. Le di el tazón .
- Gracias Bella, vamos a ver si la quiere el niño - me respondió - Ven David a ver si te tomas esta lechita caliente , está muy rica mi amor .
Estaba a punto de llorar al ver la ternura con la que Elias amaba a mi hijo. Amaba a mi hijo casi tanto como yo, o tal vez igual que yo. El niño se tomó la leche y al rato se quedó dormido. Estuvo durmiendo mucho tiempo agarrado a la mano de Elias .
Subí la comida para Elias y para mi y comimos los dos en la habitación del niño , pero hacia el atardecer el corazón de mi pequeño había dejado de latir...
aaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
ResponderEliminarque se ha muerto el niñoooooooooooooo
( tranquilas que luego vuelve a la vida , si conoceis la historia ya lo sabreis )
Esta es la primera resurrección de la Biblia
Solo dos profetas resucitaron a niños : Elias y Eliseo
Jesucristo
y Pedro
ay Sara !
ResponderEliminarun poco de seriedad hija