No sabía que Elias cantaba tan bien . Estabamos celebrando la fiesta porque Dios había salvado a mi hijo . Limpios y cambiados de ropa comenzamos a reir y Elias Edward cantó entonando una bella canción dando alabanza a Dios. Recordé que era una canción que cantaba mi madre cuando yo era pequeña :
Dios es mi pastor
nada me faltará,
El me conduce por
prados de hierba fresca
- Elias , qué hermosa voz tienes - dije pensando que todo en Elias Edward era bueno y perfecto.
- Sí Elias , canta otra canción - dijo mi hijito.
- Bueno otra más pero hoy es tu fiesta hijito, asi que pide lo que quieras.
- ¿De verdad puedo pedir lo que quiera ?
- Sí - dijo Elias mirando con amor al niño.
- Quiero tener un bastón como el de Elias Edward .
- ¿ Solo eso mi hijito? pues ... lo tendrás hoy mismo - respondió Elias y cogiendo al niño en brazos se fueron los dos hacia la higuera.
-¿Qué vais a hacer ?
- Cortaremos una rama y yo te haré un bastón mi hijito - dijo Elias - un bastón muy fuerte para ti
La cara de mi hijo se iluminó, sus ojos se agrandaron de emoción al saber que iba a tener un bastón para él, algo que deseaba tanto .
Elias agarró una sierra del cobertizo , cortó una rama ancha y fuerte .
- Aquí está mira, será un buen bastón . Vamos a hacerlo - dijo - y cogió una pequeña navaja recortando con ella las ramitas verdes que sobraban ; redondeó con cuidado cada extremo del bastón. En un rato estuvo terminado. Mi hijito saltó de alegría .
El resto del día fue un día muy feliz , comimos cantamos y bailamos . La cabra también se sentía feliz de vernos alegres. Hacia la tarde hicimos siesta, teniamos sueño. Yo propuse subir a la azotea para ver el crepúsculo. Elias se sentó en un cojín en el suelo y yo junto a él. Me estrechó entre sus brazos .
- Nunca más volveré a tener miedo Elias . Después de lo que Dios ha hecho para mi , devolver la vida a mi hijo, Nunca volveré a tener angustia porque sé que EL cuida de mi .
- Y cuando yo me vaya - dijo - y te quedes sola , ¿no te asaltará la duda? - añadió con un tono de tristeza en su voz .
- No , no Elias Edward . Antes sí que tenía miedo de ese día , me sentía angustiada al pensar que te marcharías algun día. Pero ahora, después de lo que pasó , sé que Dios siempre estará conmigo.
Me miró con lágrimas en los ojos y de repente me besó. Sus labios quemaban . Nos besamos largo rato pero después yo lo aparté suavemente y le dije :
- No, Elias , no....
- Bella .... cuando vi al niño muerto, yo sentí un dolor como si fuera mi propio hijo , y tú para mi eres lo más amado, carne de mi carne. Ruego a Dios que me ayude cuando tenga que separarme de ti.
Sus ojos estaban más oscuros a causa de la poca luz que había . Podía sentir sus largas y oscuras pestañas cerca de mi rostro ... Le respondí .
- Elias Edward , Dios siempre te ha concedido lo que le has pedido , comida y alimento para mi , el árbol floreció, la cabra , y la resurrección de mi hijito. Sé que vas a hacer cosas aún más extraordinarias . Tienes que confiar en EL . El te dará todo lo que pidas.
- Bella, Bella mia ....
- Confiemos en EL ; vayamos a cenar y a dormir, Mañana será un día nuevo y hermoso.
Sara amigaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarhe cambiado el fondo del blog con estos libros tan chulis
queda bien verdad??
le da un toque de otoño invierno :)
Holaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarsi me gusta mucho, queda muy bloggero , creo :)
ah, muero con cada capitulo de este fic, ay ....
ResponderEliminarme encanta, y esas fotos y ese besito de edward, gluuuuuu