Me quedé sola en la habitación con mi hijo. Intenté ponerme de costado pero me dolía todo el cuerpo, aunque no le había dicho nada a Edward para que no se preocupara. Me sentía como si me hubieran molido el cuerpo a palos o como si me hubiera golpeado una mula. Pero acababa de parir y eso era normal.
El niño comenzó a llorar y me inquieté ¿tendría hambre? Ane me habia dicho que los recién nacidos tardaban unas horas en desear la leche materna. Supongo que mi hijito estaba aun desconcertado, acostumbrandose a este mundo . Ahora ya no estaba dentro de mi barriga, ahora debia mamar de mi pecho, y sentir mis caricias y las de Edward , su padre.
- Mi amor ¿que te pasa? - le pregunté acunandolo en mi pecho - ¿tienes hambre ? Tal vez te hiciste pis, mojaste tu mantita.
Apareció Edward llevando un fardo de tela con pañales y mantitas de lana.
- Bella ¿que pasó ?
- El bebé llora , creo que extraña a su papi .
Dejó la ropa en la mesa y se acercó al bebé
- Uhmmm no está mojado, tal vez tiene hambre. Le pondremos un pañalito y ya veremos.
Como yo no me podía levantar aun , Edward puso el pañal al bebé y lo hizo muy bien.
- He practicado con el muñeco de Nela
- ¿Qué?
- Sí, me dijo que practicara con su muñeco , y aprendí a poner pañales.
- Estás hecho todo un padre _ dije riendo.
Nuestro hijo no protestó mientras Edward le ponía el pañal , pero después comenzó a llorar de nuevo.
-Edward yo creo que tiene hambre . Hace ya casi 3 horas que nació .
- Vamos a probar Bella. Te pondré un almohadon mas y te recuestas.
Me incorporé aunque me dolía todo el cuerpo. Me daba un poquito de vergüenza darle de mamar al niño con Edward delante , pero luego pensé que era una tontería sentir timidez, era nuestro hijo. Edward me puso un almohadón en la espalda y me desabroché la túnica. Edward puso al niño en mis brazos . Acerqué la carita de mi hijo hasta mi pecho. Al sentir el calor de mi pecho movió su carita y su boquita. Lo tranquilicé acunandolo. Edward miraba embelesado. Entonces el bebé abrió su boquita e intentó succionar de mi pecho. Yo le ayudé empujando un poco hacia su boquita. Comenzó a mamar.
Al principio no tenía fuerza y yo presioné mi pecho para que saliera la leche. Edward seguía embobado mirando al bebé.
- Parece que traga, Edward.
-¿está mamando?
-Sí . Le escucho tragar...
Presioné mi seno para que fuera más fácil a mi hijo succionar la lechita. Era algo increible sentir eso. Era mágico. Edward miraba con fervor.
- Edward... ¿cuánta cantidad de leche será suficiente para el bebé?
-Uhmmm... dejémosle hasta que se sienta lleno y satisfecho.
Y continuamos los dos embelesados mirando a nuestro hijo.
ay pero que tiernooooo
ResponderEliminarme gustó mucho
porfi, continua
pon otro esta semana entrante
besos
muaaaaaaaaaa :)
ay me gustó mucho
ResponderEliminaryo los leo luego todos juntos los domingos asi los repaso
besos saraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
graciassss por vuestro amor al britano
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