Después de un rato que me pareció bastante corto, Edward regresó acompañado de Tomas . Llevaban la cuna del bebé. Era una hermosa cuna de madera joven que Edward había hecho durante el invierno, grande y de color claro, con baldas abajo para que se pudiera mecer. Aunque era una cuna preciosa, yo quería dormir con mi hijo todas las noches, por lo menos hasta que pasaran unas semanas y se acostumbrase más al mundo. Había llevado a mi hijo nueve meses en mi barriga y quería tenerlo cerca de mi corazón. Quería dormir con Edward y que nuestro lindo bebe estuviese entre nosotros dos dulcemente dormido.
Edward me besó dulcemente en los labios y en la barbilla diciendo :
- Mi dulce mamá, te amo, te amo... Ane va a traer la comida ahora mismo. Y tú hijo mío ven con tu papá y con tu hermanito Tomas - dijo cogiendo al bebé en brazos. Con suavidad lo arruyó y se sentó en la silla.
- Tomas, ¿te gusta el nombre que le pusimos al bebé? - le preguntó en voz baja.
- Sí, me gusta porque también se llama Edward - respondió sonriendo. Miró la carita del bebé, pero como este seguía durmiendo, Tomas consideró que el bebé era un poco aburrido y se acostó junto a mi en la cama .
- Bella... - me dijo
- Si?
- Bella, ¿cómo ha salido el bebé de tu barriga?
- Eh... pues... estaba en mi barriga y... - me di cuenta que no sabía muy bien cómo explicarle a Tomas lo del parto - . Y comenzó a moverse porque quería salir y entonces salió por ... Fue como cuando nacieron los cachorros de Lala.
- Entonces el bebé salió por el mismo sitio ?
- Sí
- Bella... ¿tú me vas a querer igual o menos ahora? - formuló esa pregunta que me había hecho varias veces.
- Pues claro que te voy a querer mucho Tomas cariño - respondí olvidando el dolor de todo mi cuerpo y abrazándolo y haciendole cosquillas en la cabeza , como a él le gustaba.
- Tomas siempre te vamos a querer mucho - dijo Edward en voz baja - aunque no seamos tus verdaderos papas , Bella y yo te amamos como a un hijo , y te necesitamos para que también cuides al bebé.
Mi hijo se removió entre los brazos de Edward , gimió un poco , hizo unos ruiditos y levantó sus manitas.
- Mira, el bebé también te quiere mucho - dijo Edward a Tomas. En esto entró la señora Ane.
- Tu comida Bella, tienes que comerla toda.
Me incorporé un poco y Ane puso una bandeja con un cuenco de sopa, pan y torta dulce y un vaso de vino.
- Hija mía, bebe. Cogerás fuerzas - me dijo - . ¿Cómo está el bebé?
- Muy bien Ane - respondió Edward .
- Tomas , ven - dijo la señora Ane - y deja comer a Bella.
- Déjelo, no me molesta.
- Bella yo te ayudo , ¿vale? - me dijo el niño.
- Sí, amor - le respondí .
Tomas me acercó el tazón de sopa y yo bebí gustosa poco a poco, luego me fue dando trocitos de pan, pero no me lo comí todo. Lo que sí me comí fue la torta de miel.
ay que ternura de Tomás , me encanta.
ResponderEliminarQuiero leer ya pronto la primera noche con el bebé.
hola Sara !
ResponderEliminarque buenoooooooooooo
otro capi
gracias chicas por su fidelidad !!!!!!!!
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