EL BRITANO CAPITULO 70

Lo  que quedaba  del verano pasó pronto y enseguida vino el otoño.  Yo continuaba con las clases de los niños  y los más inteligentes aprendieron   a leer muy deprisa . Marcelo   se puso muy contento   y  yo  también.

Mi barriga se notaba mucho y el bebé  comenzó a moverse dentro de mi.  Edward   construyó   cosas  para la casa  pero antes  hizo las contraventanas  porque el frío  del invierno vendría pronto.

Marcelo  no tuvo paciencia para esperar que las mujeres  cosieran  ropa de invierno y se fue   a la ciudad  y compró  una gran cantidad  de camisas  de lana , calzones para hombre  y  pañales  para el bebé.  Estaba tan ilusionado como Edward  con el nuevo ser que iba a nacer.  Cuando lo vi llegar cargado con un fardo de   cuadrados de tela  gruesa y me  dijo :

- Ya sé  que esto no es asunto de hombres  pero no he podido esperar  y te traigo pañales  para el niño. Creo que se coge el cuadrado ,  se dobla  en triangulo  y se pone así  sujeto con un pasador.

- Marcelo, muchas gracias -  exclamé.

- Eres mi  pequeña  - y  se rio -  Me voy antes de que  Ane me riña . Dice  que yo soy el amo  y  que no debo meterme en estos asuntos.

Por supuesto  la señora Lucila respondió  a nuestra carta  y nos dijo que quería vernos  y que deseaba dejar laa taberna para  estar con nosotros. Parece ser que su  marido no quería y ella estaba decidida a abandonarle y viajar sola hasta nuestra granja.  Me imaginaba lo triste  que debía sentirse y lo mucho que deseaba   ver  a Edward ,  pues todavía recuerdo  que se quedó llorando  cuando  nos marchamos de su taberna . Yo deseaba que ella  viniese  pronto  a vivir  con nosotros , pues la vida en la granja era tan feliz  y dichosa que quería  que todos  experimentasen   la misma paz  y amor  que se respiraba  en la propiedad  de  Marcelo  , nuestro hogar.

Al  mismo  tiempo que  mi barriga aumentaba , Edward tenía más reparos en  hacer el amor conmigo  pues decía que podía ser peligroso  para el bebé.  Y  él estaba inquieto por eso.
Yo no quería presionarle , pero  si teníamos que esperar   hasta   febrero   cuando  el niño  naciera ....
Así  que casi  todas  las noches  teníamos  la  siguiente  conversación .....

- Edward...anda, por favor....

- Cariño , ya lo hablamos... puede ser malo para el   bebé

- La  última vez no  pasó nada malo . Si estoy  bien.... anda... venga,  aunque solo sean besos  y caricias - le  rogué  yo.

- Bella   ya  sabes  que si te  acaricio   luego  no puedo controlarme  y  luego  pasa  lo que pasa .... -  me respondió.

- Pero  Edward  no me digas que tenemos que esperar   casi  cinco meses   - dije  y me giré  enfurruñada.

Entonces  él ,  que no podía  verme  enfadada ,  me besó  en la oreja.

- Bella  cariño,  lo hago por el bebé...

- Edward... ¿crees  que  Cristo  va a dejar  que le pase algo malo al bebé ?

- Creo  que no  -  me  respondió ,  rindiendose  a  mis labios , y nos besamos -  siempre  nos ha cuidado...

- Sí.

- Bueno,  si lo hago despacio no creo que pase nada malo, ¿ verdad ?

- Claro que no-  respondí.