Había visto a mi hijo, Edward lo había puesto en mis brazos y pude mirar su pequeña carita. A pesar de que estaba aun cubierto de sangre , pude ver el color de su pelo y sus ojos. Yo deseaba que lo lavaran con agua caliente para examinar bien su pequeño cuerpecito y comprobar que era un niño sano y perfecto, como me había dicho Jesus.
Edward me depositó en la cama de la casa grande , la casa de Marcelo. Como podeis imaginar todos estaban deseosos de ver al bebé y le dije a Edward que era mejor que los primeros días durmieramos en la casa grande , en nuestra antigua habitación , así todos podrían ver con comodidad al bebé.
Edward no pudo esperar a que bañaran al bebé en la cocina y pidió que trajeran una vasija grande con agua caliente al dormitorio donde yo estaba acostada.
- Mi amor, lo bañaremos aquí. No quiero que esté lejos de ti ni un instante - me dijo Edward.
Al poco rato llegó Ane y la señora Lucila portando una pequeña bañera llena de agua .
- Señora Ane, ¿qué pasará con el cordón umbilical? - preguntó Edward - ¿le dolerá? ¿lo tendrá asi mucho tiempo?
- Tranquilo Edward , dentro de unas semanas se caerá por si solo. Debe llevar una venda..
- Vamos, vamos, hay que lavarlo- dijo la señora Lucila.
Edward cogió amorosamente a nuestro hijo de entre mis brazos, le quitó la túnica sucia por la sangre y lo bañó cuidadosamente en la bañera. Despues de todo tenía práctica en bañar niños. Habiamos bañado a los niños de la granja cada domingo.
Nuestro hijo comenzó a llorar, su llanto era fuerte y hermoso.
-No llores mi amor, es para que estés limpio y podamos ver tu hermoso cabello - dijo Edward.
- Quiero ver al bebé- dijo una voz de niño . Era Tomas .
- Tomas, mi amor, ahora lo verás cuando lo bañen y esté limpito. - le dije. El se acercó cabizbajo hacia la cama donde yo estaba recostada .
- Puedo estar a tu lado ? - preguntó Tomas.
- Claro.
El bebé fue bañado y recién limpio Edward lo envolvió con cuidado en una mantita limpia y lo puso a mi lado, en la cama, junto a mi pecho. Sentí su dulce aroma a recién nacido. Destapé la mantita para ver su cuerpecito. Era perfecto. Tenía dos piernas, dos brazos, dos manitas , dos pies pequeñitos, El trocito de cordón estaba atado con un cordelito y estaba enrojecido pero Ane dijo que eso era normal. Su barriguita era perfecta , sus atributos de varoncito en su sitio, perfectos . Y su carita.... era sonrosada , sus ojos marrones como los míos pero más claros y me miraba, a mi, a su madre. Y su cabello era oscuro y abundante. Tenía un precioso cabello mi bebé.
Pasé mi dedo índice suavemente por su cuerpecito sonrosado acariciando cada centimetro de mi hijo, de nuestro hijo, de Edward y mio.
- Amor - dijo Edward arrodillandose junto a mi y poniendo su mejilla junto a la mia .- ¿ Cómo estás. mejor ??
- Soy feliz Edward. Nuestro hijo es precioso.
Tomas , que no se había movido en todo el rato, se acercó despacito para ver al bebé.
- Oh, es muy pequeño. Mas que yo - y lo miró con los ojos muy abiertos.
hola amigaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarque bien que pongas los capitulos seguidos
ya tienes el siguiente ?
me alegro por esa creatividad tuyaaaaaaaaa
ay que bebe mas guapo
encontre esa hermosa foto de bebe y la puse
Eliminarme gustaria hacer un fotochop con ese bebe y Edwardddddddddd
tengo ya dos capitulos muy bonitos escritos
y otro en la cabeza
besos amorosos