- Pero Marcelo.... - dijo Edward levantándose de la mesa - yo no me considero digno de ...
- Edward sientate hijo mío - dijo Marcelo - yo no voy a vivir para siempre . Tampoco tengo hijos en mayoría de edad para que hereden. Tú eres la persona adecuada . Eres joven y fuerte , estás casado y eres cristiano. Tú y tu esposa Bella podeis mantener unidos en la fe a toda la gente de la granja.
Como romana , yo sabía que un romano podía adoptar como hijo suyo a cualquier muchacho o niño e incluso a un hombre adulto, como Edward, y darle sus apellidos y convertirlo en hijo suyo. Muchos aristócratas romanos sin hijos varones habían hecho eso a lo largo de la historia de Roma.
Los niños miraron a Edward y a Marcelo sin entender nada. Asi que Marcelo añadió :
- Tranquilos niños, yo voy a vivir mucho tiempo , pero cuando yo sea muy muy viejo Edward será el amo de la granja y vosotros tendreis que ayudarle mucho en todas las tareas. ¿Le ayudareis?
- Síiiii muchoooo - dijeron los niños gritando
- Y cómo van las clases con Bella ? Espero que seais todos muy obedientes . Y.... ahora vamos a jugar! - añadió.
De repente apareció en el salón el hombre que nos había traido en el carromato. Saludó y dijo que se marchaba ya.
- Espere ! - dije - No se marche todavía. Quisiera entregarle una carta para que la lleve al puerto.
- Una carta ? - me preguntó Edward curioso.
- Edward prometimos escribirle una carta a la señora Lucila y no lo hemos hecho !
yo quiero que nazca yaaaaaaaa el bebé.
ResponderEliminarpero tengo paciencia, qué pasará...
Saraaaaa anoche escribí un nuevo capi que me salió genial , me quedó muy guay y me acosté a las dos de la madrugá.
EliminarHablando de madrugá, voy a enviarle un mensajito a P.