sábado, 20 de julio de 2013

EL BRITANO CAPITULO 81

Marcelo entró a desearme buenas noches  y dar un beso al bebé y preguntarme su todo iba bien.  Se alegró mucho al saber  que el niño ya había tomado su primera lechita.

Al poco rato entró Edward  con una bandeja de comida , pan cortado en rebanadas , carne ahumada , queso , fruta y miel.

- Qué rico  - dije -  ,e apetece  una rebanada de pan y queso y miel.

- Esta es mi chica -  me respondió  Edward.  Dejó la bandeja  en la mesa  y después cogió al bebé en brazos  para depositarlo  en la cunita .

- Y ahora hijito mío  mami y papá  van a cenar  y tú tienes que  estar en tu cunita -  dijo al bebé como si el niño pudiera entenderle - pero papá y mamá  estan cerca, aquí mismo.

Se oyó un dulce gorjeo de nuestro hijo y movió sus manitas .  Edward  le dio un beso  en la frente  y lo arropó  con la manta . Giró hacia mi y me dijo :

- Vamos a cenar mi amor.

Edward se tumbó junto a mi y puso la bandeja en medio de los dos

- Luego rezaremos los dos para dar gracias por nuestro hijo.

- Yo ya recé como unas tres veces  - dije yo-

- ¿En serio?...  Yo también - respondió riendo.

Me acercó el queso y el pan  y también una loncha de jamón ahumado. Bebimos vino y comimos  despacio  y disfrutando de cada bocado . Las comidas  de la granja siempre eran sencillas y alimenticias, al igual que nuestra fe en Jesus.  Al  terminar  Edward  recogió  las sobras , acomodó los almohadones  y miró  al bebé.

- Parece que está  dormido .... Es  tan bueno....

- Sí, como tú,  Edward.

- Es bueno como su madre

Yo sonreí pues  sabía que siempre que  hablásemos  del bebé   Edward  iba a decir   que  era  tan bueno, dulce , hermoso y  listo como yo.

Me  rodeó  con sus  brazos  y me besó en los labios lentamente .

- Bella, ¿cogemos al niño?

- No sé...  Dejémosle en la cunita  a ver qué  pasa.  Supongo que se despertará  dentro de poco.  Le toca mamar  otra vez.

- Es verdad , mi amor. Estás  tan guapa cuando le das de  mamar ...

Me puse  muy colorada cuando escuché eso.

- Imaginaciones tuyas ...

- Guapísima, pones una cara muy bonita  - y me estrechó entre sus brazos con suavidad -  Y ¿ aún te duele todo mi vida ?

- No - mentí.

- Debe dolerte todo el cuerpo , amor mío...  después del parto allá en el pino...

- Ay  Edward , debiste pensar que  estaba loca cuando te dije  que quería  parir allí.

Me besó en los labios  otra vez  , y  fue  otro beso lento  y apasionado, lleno de amor.  Me avergüenza decir  que  a pesar  de estar  recién parida  y ser madre, sentía  un deseo  muy  profundo hacia  mi esposo  Edward, aunque pensaba que todavia  pasarían varias  semanas hasta que pudiéramos hacer el amor...

- Bueno,  me asusté mucho , pero confiaba en Jesus  y sabía  que todo iría bien.

El  bebé  comenzó a gemir , no fue un llanto pero eran gemiditos  como si llamara nuestra atención.

- Ya voy amor  - dijo  Edward .

3 comentarios:

  1. Holaaaaaaa
    ah me leo estos capitulos y luego tengo unos sueños con Edward y él me da quesito y miel
    Ah, no te cuento que feliz soy.....

    besososososssssssssss

    ResponderEliminar
  2. Bueno ya no tengo mas tiempo Mari
    Mañan prometo seguir conetando este y los demas hacia atras que me quedan
    Un besito muy grande amiga!

    ResponderEliminar