EL BRITANO CAPITULO 82

Cogió al bebé suavemente  pero este lloró más fuerte.

- Tiene hambre - dije yo.  Me desabroché la túnica  y Edward  me dio al niño . Lo acerqué a mi seno izquierdo  y lo acomodé  pero entonces  dije  : -  Edward , ¿crees que esta vez  debería  probar con el  otro seno?  Antes mamó de este , debería probar con el derecho...

Ahora fue  Edward  el que  se puso muy colorado y  respondió :  - Bueno, probemos ....

Acomodé al niño , que dejó de llorar en cuanto  notó mi seno  en su boquita . La abrió y comenzó a mamar .

- Así es  mi amor , asi...  - dije a  mi hijito .

- Me  alegro que sea tan bueno. He oido  esta mañana  en la cocina que hay bebés  que no quieren mamar  y les cuesta mucho, pero nuestro hijo  se porta muy bien  - dijo  Edward .

- Es  tu hijo Edward  por eso es tan bueno

Edward  me  respondió con una sonrisa encantadora  y siguió  mirando a nuestro hijo.

- Estoy calculando que si  come cada tres horas, esta noche  nos despertaremos tres veces  y...  no vas a poder  dormir  mucho  Bella.

- ¿ Y qué más  da ?  Ya  dormiré  cuando él esté   dormidito, pero....  y tú ?  Eres  fuerte  y debes  descansar  más  que yo.

- Que teoría más rara - me respondió Edward.

- No es rara,  debes dormir más porque  eres más fuerte que yo y necesitas  descansar más . Tu cuerpo es más grande que  el mío.

- Uhmmmm  no sé ,  según tu teoría el bebé debería dormir  poco porque  es muy chiquitín.

la verdad es que no sabía qué responder  ...

- Bueno, como soy un marido muy obediente  haré  caso  a mi mujercita .

Llamaron  a la puerta, era  Tomás  que nos traía   una lamparilla de aceite  y una botellita de aceite para toda la noche.

- Me  envía  Ane - dijo . El niño  dejó la lamparilla  en la mesa  y se quedó boquiabierto  al ver  al bebé  mamar .

- Hala !

- Tú también  comías así cuando eras un bebé - dijo Edward.

- No me acuerdo - respondió Tomás .

- Ja, ja, ja , yo tampoco.

El bebé se movió y ladeó la cara,  ya tenía bastante . Guardé mi seno y lo tapécon la túnica . Incorporé un poco  a mi hijito  para que echara  los gases . La señora  Ane me había dicho que hiciera  eso  o  el bebé  tendría dolor de barriga.

Tomas me dio un beso de buenas noches   y se  fue a dormir  a la habitación de los niños.

Por fin  Edward y yo pudimos comenzar nuestra noche  , acuné al bebé un ratito  y luego lo acosté en  la cuna  .  Quería ir conociendo sus  costumbres  poco a poco, para saber cuando dormía, cuando estaba despierto, cuando había que cambiarle los pañales y cuando había que  darle de mamar . De momento todo era nuevo  para  Edward  y para mi.  Imaginábamos  que el bebé  nos iría enseñando  a nosotros . Ahora queríamos  hablar un poco....