Al principio fue un leve temblor de tierra que aumentó y aumentó hasta convertirse en un terremoto. El cuerpo de Edward se estremeció con violencia y vi que ya no sangraba. Miré la herida y ya no habia rastro de sangre , y los bordes del tajo hecho por el cuchillo se habian cerrado como si un médico los hubiera cosido.
Agarré fuertemente con mi mano el colgante en forma de pez y dije : " Jesucristo, me has escuchado ! ".
Edward se incorporó y se agarró a mi levantandose como si nada hubiera pasado. Giré mi cabeza para ver al asesino que habia enviado mi padre y lo vi tirado en el suelo , temblando de miedo. Cogí rapidamente el cuchillo que aún llevaba en la mano y se lo quité . Tuve que abrir sus dedos uno a uno , con fuerza, pero se lo quité.
Edward me abrazó protectoramente y me dijo : " Estoy muy orgulloso de ti ". Despues se agachó y cogió al asesino por el cuello , lo levantó y dijo : " Vete de aquí y dile a tu amo que Bella ya no le pertenece a nadie ! Ella es mia y de Cristo ! "
El asesino intentaba desasirse de la mano de Edward , pero el brazo y la mano de Edward parecian de hierro y su voz era algo parecido al estruendo del trueno.
Me quedé eclipsada mirando el brazo y la mano de Edward , fuerte y poderosa.... Después lo soltó y el hombre salió huyendo en dirección a su caballo , pero el animal se habia espantado a causa del terremoto y no logró encontrarlo.
Sentí mis rodillas flaquear y me derrumbé llorando al pie de Edward.
" Cristo te ha salvado ! Cristo te ha salvado ! " , dije llorosa.
Edward me estrechó entre sus brazos y hundió su rostro en mi pelo. Nos besamos. Fue un beso largo y profundo que sabía a lágrimas y a felicidad.
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