Me desperté con el ruido de unas gallinas cacareando y eso me dejó confusa, al principio . No recordaba nada relacionado con gallinas.... Recordaba que Edward y yo habiamos hecho el amor la noche anterior y que me habia dormido arrullada por sus brazos.
" Supongo que te han despertado las gallinas , mi amor . El tabernero cria gallinas detrás de la casa y creo que también tiene una cabra , ja ja ja ! ", me dijo Edward.
" Edward... ", le dije acariciando su torso viril y masculino , " Buenos días, mi amor ¿estabas despierto ?
" Sí, hace tiempo que me despertaron las gallinitas".
Yo subí un poco por su torso respirando el perfume de su cuerpo y llegué hasta su boca. Nos besamos. Mi boca estaba seca después de dormir toda la noche , pero pronto la sentí jugosa gracias a los labios de mi esposo. " Te amo ", le dije después de un rato de besos, " ¿en qué estabas pensando ?
" Estaba rezando. Es lo primero que hago cuando me despierto por las mañanas . Le rezo a EL, le digo cosas... lo que pienso ", me respondió.
" Y ¿qué le decias ahora ? ", le pregunté.
Metió sus largos dedos entre mi pelo , me atrajo hacia él , nuestras narices se rozaban ....
" Que te amo, que no podria vivir sin ti y que me dé fuerzas para protegerte siempre. ", me respondió.
Me emocionó lo que dijo , yo también quería rezar... " Edward , ¿yo también podria rezar ? "
" Claro, es lo mas facil del mundo ", me dijo sonriendo, " Sólo tienes que hablarle bajito , con el pensamiento, y decirle todo lo que quieras . Pero Lucano me dijo que cuando se está en peligro hay que decir su nombre en voz alta , porque su nombre tiene mucho poder. " , me dijo.
" Cuentame mas cosas, Edward " , le rogué.
" Te lo contaré poco a poco, siempre que quieras bautizarte.... Tranquila, es una ceremonia sencilla. Es cuando aceptas a Jesucristo como hijo de Dios y Salvador ", me respondió.
Me quedé muy pensativa con las cosas que Edward me decía. Todo era nuevo para mi. En mi infancia me habian obligado a creer en los dioses de Roma : Jupiter, Vesta, Minerva, Rómulo, .... y que esos dioses protegian nuestro imperio y a nuestros soldados. Pero la verdad es que yo no creia en eso... Lo que Edward me contaba tenia mas sentido , y ... ademas, ese Jesucristo me habia dado a Edward , mi esposo. No podía imaginar un regalo mejor...
Recosté mi barbilla en su torso masculino y velludo y le dije : " Te amo , Edward y quiero creer si tú me ayudas ".
" Mi amor... ", me respondió y giró para colocarse encima de mi , apoyado en sus antebrazos , para no aplastarme con su peso. Nos besamos y después su boca bajó y besó mi cuello, mi pecho, mi estomago, haciendome cosquillas en mi ombligo, subiendo y bajando. Y yo me rei. Al poco tiempo volví a tenerlo dentro de mi, y Edward fue mio y yo suya.
Me estoy sorprendiendo a mi mismaaaaaaaaa, queda muy bien este gift de BD , uhmmmmmm
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