viernes, 1 de junio de 2012

EL BRITANO CAPITULO 18 y 19

Edward  estaba  en  el gallinero  con  un   martillo  y unos  clavos   arreglando  la  puerta  rota.  (parece  ser  que  el  tabernero era  muy  vago  y  no  hacía  nada ).  Luego  Edward  arregló  una  ventana  que  no cerraba  bien.  Después  reparó  el  escalon  de  madera  , poniendo  un  tablón  encima  y clavandolo  bien.  En  un  descuido  me  vio   observandole...
" Vaya...  me  has  descubierto  je je .  Estoy   ayudando   un  poco  a  la  tabernera ."
" Ya  veo... " , le  respondí.
Despues   clavó  unos  ganchos  en  la  pared   del  cobertizo  y  cogiendo   un  rollo  de cordel  hizo   un  tendedero  para  la  ropa.
" Es  que  dice  que  su  marido  nunca  hace  nada ", me  dijo  Edward  como  excusa.
" Ya  veo... ", dije.  Estaba  fascinada  y  me  preguntaba  qué  habrian  estado  hablando   anoche  la  tabernera  y  Edward.  Sabía   que  él  era  capaz  de  transformar  el  caracter   de  una  persona  con  un  par  de  frases.
Al  terminar  sus  arreglos  de  carpinteria  , Edward  me  guiñó  un  ojo, fuimos  a la cocina  y  alli  se  lavó  las  manos.  Puso  dos  platos  encima   de  la  mesa,  la  hogaza  de pan  y  un  cuenco  con mantequilla.  Cortó  unas  rebanadas  de pan  para  mi  y  para  él.
" Uhmmm  mantequilla ! ", exclamé.
" También  hay miel ".
Me  comí  una  rebanada  de  pan  con  mantequilla  y  miel .  Al  poco  escuché  la  voz  de  la  señora  Lucila  que  decía : " Oh...  esto  sí  que  es  un  hombre !  Vaya  hombre ! "
Entró   en  la  cocina :
" Edward   ha  quedado  todo  perfecto !  Tú  sí  que  eres  un  hombre....  y  no  ese  vago  de  mi  marido.
"Señora  Lucila.... " dijo  Edward  reprendiendola.
" Es  que  es  verdad,  es  un  vago ",  dijo  sentandose  en  la  cocina   con  nosotros . " No   hace  nada,  todavia  está  durmiendo...
" Pero  él  va  a cambiar ;  yo  lo sé ", dijo  Edward . " Ya  sabe  lo  que  hablamos  anoche. EL  está  siempre   con  nosotros  y  nos  acompaña  siempre ; en  los  momentos  buenos  y  en  los  malos.  EL   hará  que su  marido  cambie ".
Yo  me  quedé  atonita . Creo  que  ahora  comprendía   de qué  habian  estado  hablando   Edward  y  la  tabernera .
" Edward...  podrias  quedarte  aquí  con  nosotros...  Yo  te  pagaría  un  sueldo,  lo  que  tú  quisieras . También   puede  quedarse   tu  esposa... " , dijo   la  tabernera.
" Señora  Lucila...  nosotros  debemos  viajar  a  Hispania. Debemos  comenzar  una  vida  allí " , respondió Edward.
A  pesar  de  que  al  principio  la  tabernera  me  caia  mal,  ahora  sentía  compasión  por  ella ,  con  ese  marido  vago  y  toda  la  faena  para  ella  sola...  Miraba  a  Edward  como  si  él  fuera  su  salvación . Creo  que  se  habia  enamorado  de él  como   una  chiquilla  de  15  años, aunque  ya   tendria   40.  Y  yo  no  me  sentia  celosa   sino   asombrada. Asombrada  de  Edward  , de  su capacidad  de  persuasión  y  de  mejorar  todo  lo  que  tocaba.
La  señora  Lucila  miró  a  Edward  y  dijo: 
" Entonces  ¿no  volveré  a  verte , Edward ? "
" Claro  que sí.  Le  escribiré . Sí...  le  escribiremos  contandole  nuestra  vida  allí . Todos  los  meses  le  escribiremos  una  carta  bien  larga ", dijo  Edward.
" De  veras ? " , preguntó  la  tabernera  y  su  rostro  se  iluminó  de  alegria . " No  sé  leer  muy  bien   pero  desde  ahora  practicaré  todos  los  dias  para  leer  tus  cartas, ja ja  ja !  Voy  a  calentar  agua  para   que  puedas  afeitarte .  Puedes  hacerlo  aquí  en  la  cocina .  Buscaré  la  navaja   de  mi  marido. "
Y  rauda  y  veloz  puso  agua   a  calentar   y  se  fue.
" Pero... ¿ qué  has  hecho  exactamente  Edward ? " , le  pregunté  cuando  ella  se  fue.
" No  soy  yo, Bella.  Es  Cristo.  EL  cambia  a las   personas . "
" Sí,  es  verdad... ", dije  y  me  sentí  feliz  de  que  la señora  Lucila  fuera  feliz. 
Después  del  afeitado  Edward  quedó  radiante  y  guapisimo. Bueno...  estaba  guapisimo  siempre .
Se  acercaba  la  hora  de  nuestra  partida   y  la  tabernera  puso  en  un  saco  de  tela  un  montón  de  comida  para  nosotros.  Hicimos  nuestro  equipaje  y  al   despedirnos  e  ir   a pagar  lo  que  debiamos  ,  la  mujer  no  aceptó.
" Pero  señora  Lucila  queremos  pagarle " , dijo  Edward.
" No  hace  falta  muchacho ;  me  doy  por  satisfecha  con  haberte   conocido."
Edward  abrazó  y  besó  a la  mujer , mientras  ella  comenzaba  a llorar.
" Que  tengais  un  buen  viaje , hijos  mios ".
" No  es  un  adios,  es   hasta  pronto  señora  Lucila ", respondió  Edward.
" Gracias  por  todo ", dije  yo.
Y  allí  dejamos  a  aquella  mujer  alta  y  grande  , llorando  como  una  cria  mientras  con  el  delantal  se  secaba  las  lagrimas .

5 comentarios:

  1. Guau!! Sesión doble!!! Bien!!! Pero no hay foto de amor??? Bueno valeeee

    Oye me encanto el spoilear que diste el otro día sobre el britano ( no voy a decirlo por si alguien esta leyendo pa no estropearle la sorpresa) pero me gusto esa primicia!!!

    Besos

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  2. Ays se me olvidaba!! En el blog tc hay una entrada preciosa del Prado, y hay muchas fotos de Rob en distintas ciudades, con traje y vestido casual, que son fotos geniales!! Sale muy guapo!! No te lo pierdas!!!

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  3. No he puesto foto porque no se me cargaba, pero ya la pondré. Me he pasado por el blog , gracias por recordarmelo. Un besito muy fuerte !

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  4. este fic es relindo , no leí nada asi en ningun sitio. continua los capis

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  5. gracias robsten !!! he leido tus coments, pero tengo que responderlos todos , Sorry, estoy escasa de tiempo . Puedes dar mi enlace si quieres.

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