" Bella, Bella ! ", decía Bruno.
Me arrodillé junto a él y noté que tenía fiebre.
" Bruno...¿cómo es posible...?
" ¿Quien es ? ", preguntó Marcelo.
" Un amigo mío ", respondí.
" Hay que llevarlo a una cama inmediatamente , está enfermo ", dijo Edward.
" Llevémoslo a casa, hay una habitación junto a mi despacho ", dijo Marcelo.
Edward cargó a Bruno en sus grandes brazos y lo llevó él solo hasta la casa. Marcelo cogió al niño y todos regresamos. Pusimos a Bruno en una cama.
" Bella... Bella... "
" Estoy aquí, Bruno, contigo ", le respondí. Vi como Edward y Marcelo hablaban en voz baja refiriendose a Bruno. Al poco rato Edward trajo dos lámparas para iluminar la habitación y Marcelo trajo agua. Con la habitación iluminada pude ver mejor a Bruno. " Bruno... cuéntamelo todo... "
" Primero hay que examinarlo, Bella. Es probable que esté herido ", dijo Edward y comenzó a desabrochar las ropas de Bruno.
" No... No... ! ", gimió Bruno.
" Bruno, no tengas miedo.... es Edward , es mi esposo... él es bueno.", le respondí para calmarle.
Bruno dejó que Edward le examinara...
"Parece que no tiene heridas , pero tiene mucha fiebre. Hay que ponerle paños frios en la cabeza ", dijo Edward.
Salió de la habitación y me quedé a solas con mi Bruno. Estaba perpleja. No comprendía cómo podía haber viajado Bruno desde Roma hasta aquí. Era imposible. Él no sabía dónde estaba yo ... Ni siquiera me habia podido despedir de él cuando abandoné Roma . Solamente había una explicación :
Jesucristo le había dicho dónde estaba yo.
Me quedé toda la noche con Bruno. Edward insistió en que me fuera a dormir a la cama , que él se quedaría con Bruno, vigilandole, pero yo le respondí :
" Quiero quedarme con él. Ha sido mi criado siempre. El me enseñó a leer ; cuando estaba enferma me cuidaba ; cuando tenía miedo por las noches él estaba a mi lado."
" Está bien, mi amor ", respondió Edward. " Voy a traer un poco de cena para nosotros y me quedaré contigo. Pero has de prometerme que dormirás aunque sea unas horas en ese diván. "
Me dio un beso y se fue hacia la cocina . Al poco rato regresó.
" Y Manuel...¿cómo esta? ", le pregunté.
" Ya se le ha pasado el susto. Ahora están cenando."
Pusimos los paños mojados en la cabeza de Bruno , que se habia dormido sin soltar mi mano. Edward me dio la cena : pan ,queso y sopa. Y Bruno seguia agarrado a mi mano derecha , así que tenía que comer con la izquierda. Edward y yo sonreimos... Escuchamos un ruido en la puerta y poquito a poco se abrió, asomando una cabecita de pelo rizado. Era Tomas .
" Edwaaard ", dijo muy bajito.
" Tomas...¿que haces aquí ? ", le preguntó Edward.
" Yo... quería verte. No has cenao con nosotros...", dijo el niño acercandose a Edward.
" Es que tenemos que cuidar a un viejito amigo de Bella, que está malito... pero mañana nos veremos ", respondió Edward. " Hasta mañana ", dijo besando al niño.
" Hasta mañana Edward, hasta mañana , Bella "
Yo le sonreí y le respondí : " Hasta mañana ".
Hola Mari no me podido pasar antes porque ha venido un provedor y no me dejaba un momento, pero quería decir algo. como es´tas? hay mucho ruido con el circuito de los coj... ja ja .aqui no se oye mucho pero donde tu estas si,no. Dicen que no va a venir gente. oye me estoy leyendo la historia tuya, me entretiene pero pensaba que el marido los iba a perseguir a los dos , me gusto mucho ese trozo pero es un poco corto,no. Lo lei muy pronto y deprisa, es sencillo de leer,no es como un libro quiero decir. bueno, dejo esto abierto por si paso mas . Besos.
ResponderEliminarHola guapaaaaaaa, ay no me hables del circuito. Todo el dia con los entrenamientos , no quiero ni pensar el domingo ! Me gustaria irme todo el dia fuera !
EliminarGracias por leer mi historia , espero que te va a gustar mucho. Muchos besos.
Hola a las dos !
ResponderEliminarHola Sara ¿como estás ????
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