martes, 5 de junio de 2012

EL BRITANO CAPITULOS 20 Y 21

Al  subir al  barco me embargó  un  sentimiento  de tristeza  por  la  señora  Lucila . Edward  me  acarició la  mejilla  y  me  guiñó  un  ojo :
" No  te  preocupes,  estoy  seguro  que  la  volveremos  a ver. "
" ¿Regresaremos  alguna vez  a Mallorca? " , le  pregunté  yo  dudando  de  si  eso  podria  ser.
" No ;  pero  estoy  seguro  que  ella  vendrá  a Hispania... Aún  es  una  mujer   fuerte y   tiene  energia. ¿te  la  imaginas  cultivando  la tierra? " , me  dijo  Edward.
" No...  creo  que  no ;  pero  todo  es  posible " , respondí.
No   voy  a contar  los  pormenores  de  la ultima  etapa  de  nuestro  viaje. Solamente  diré  que  por  fin, despues  de tantos  dias, llegamos  a  uno  de  los  puertos  principales   de  Hispania :  Saguntum.
Al  desembarcar  encontramos  a muchas  personas  que  iban  y  venian, carromatos, mulas, caballos, ... habia  un  gran tráfico  de  mercancias.  Nos  abrimos  paso   con  dificultad  por  aquel   barullo   de  gente   mientras  buscabamos  la  via  principal.
Entonces  un  niño  comenzó  a meter  sus  manos  en  los  bolsillos  de  Edward.  El  niño  tendria  unos  ocho  años  , su  cabeza  era  un  remolino  de  pelo  rizado.
" Eh, muchacho...  no  encontrarás  nada  en  mis  bolsillos !  No  llevo  monedas  ahí. " , dijo Edward  riendose.
El  niño  pareció  no  entender  y  dijo : " Buen  lugar  para  ti y  bella  dama...  Tú  dar  dos  monedas. "
" Eres  un  ladronzuelo,  ¿verdad?  ¿No  tienes  padre ? "
" Oh.. sí...  Yo  tener  un  padre ,  Cayo  Flavio  Marcelo. "
Me  sorprendió  que  el  niño  supiera  pronunciar  un  nombre  romano   pues  el  muchacho  no  hablaba  muy  bien  el  latin.  Mas  bien  parecia  nativo  del  país.
" ¿ Cómo  se  llama   tu  padre ? " , le  preguntó de  nuevo Edward.
" Cayo  Flavio  Marcelo "
" ¿ Dónde  está ? "
" En  la  cantina... " , respondió  el  niño.
" ¿Podrias  llevarme  hasta  él ?"
" Sí "
" Pero.... Edward....  ¿vamos  a  seguir   a  un niño  que  no conocemos ? ", pregunté   extraña.
" No  temas  Bella,   creo  conocer  a  ese  hombre. Si  es  el  Cayo  Flavio   que  yo  conozco,  nos  ayudará.
Confié  en  Edward  y  nos  dirigimos  hacia  la  calle  principal  siguiendo  al  niño. Después  de  avanzar  un  buen  trecho  vimos  la  cantina  y  entramos.  El  niño  correteó  hacia  un   hombre  sentado  al  fondo  y  exclamó :  " Mi  padre ! "
" ¿ Qué  pasa  briboncete ? " , dijo  el  hombre  besando  al  niño  en  la  frente,  y  no  se  percató  de  nuestra  presencia.  Pero  Edward   ya  le  habia reconocido  y  dijo :
" Marcelo...¿es  usted  de  verdad? "
El  hombre  levantó  la cabeza.  Tendria  unos  50  años, pero  tenia  el  pelo  blanco  y  cortado  al  estilo  romano. Algunas  cicatrices  afeaban  su  rostro , pero  en  general  puede  decirse   que  era  guapo.
" Edward... ?   Edward .... el  britano ¿eres  tú ?", preguntó.
" Sí... soy  yo "
El  hombre  se  levantó  y  dio  un abrazo  a Edward   pero  enseguida  reparó  en  mi...
" ¿Quién  es ...? "
" Es  mi  esposa.... "  , dijo  y  después  dirigiendose  a mi .." Bella  ... este  hombre  es  mi  antiguo  amo... Cayo  Flavio  Marcelo.  El  nos  ayudará. "

3 comentarios:

  1. Bien!! Ya llego Marcelo, bueno, ellos llegaron a Marcelo, jejejeje. No digo nada! Que yo ya se lo que pasa!!

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  2. Hola Ro ! pues sí , cómo van pasando los capitulos.... He de reconocer que cuando escribia los capitulos en el correo lo hacia de una forma muy cutre, y ahora ya separo los dialogos de cada personaje ! E incluso ahora escribo mas aprisa, je je .

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