EL BRITANO CAPITULO 45

A la mañana siguiente  también tuve nauseas  y me dirigí a la cocina somnolienta e intentando evitar  las arcadas . Ahora estaba  convencida  de que mi embarazo era cierto, yo  nunca  habia tenido nauseas matutinas . Tal  vez mariposas en el estomago y nervios   cuando  conocí  a Edward  y me di cuenta  que estaba enamorada de él; pero esto eran nauseas del embarazo.  Intenté poner buena cara al sentarme  en el banco de la cocina  ,pero el simple  olor de la comida  ya me hacia estremecer. Edward  me acarició la espalda  y se sentó  a mi lado.
"¿Estas bien  mi amor?"
"Tengo las mismas  nauseas  que  ayer, lo siento.", respondí
"No te preocupes, creo que es el olor a la comida lo que te da nauseas.  Si  quieres  puedes  comer  afuera  tomando  el sol. Hoy hace  mucho  sol."
"¿Vas a empezar  a construir hoy? ", le pregunté.
"Si tú no  quieres, no"
"Sí  que  quiero, pero no  quiero  que te canses  .Poco a poco. No hay prisa ", le  respondí.
"Tranquila,  hoy  marcaremos  el terreno  y pondremos  algunas  columnas . Nada  mas ".
Edward  desayunó gachas  de harina, las  cuales  me hicieron  sentir  mas  naúseas , asi  que  procuré  no  oler. Como  todo el embarazo  fuese así,  estaba apañada.
"Bueno, vamos  afuera  a tomar  aire  fresco ", me dijo  Edward  cuando terminó de desayunar. Cogió pan y jamón para mi y lo guardó en su bolsillo. Me  cogió  suavemente  por la  cintura  y añadió : " Esta  tarde  comienza  las  clases  mi  maestrita , ¿estás nerviosa?"
"No ;  estoy ilusionada  por  los niños"
"Sí ;  les  va  a gustar  mucho", respondió Edward . Nos  sentamos  afuera  en la soleada  mañana  y Edward  me dio  un beso .
Algunos  hombres  debian  haber  madrugado  muy temprano  y traer  los troncos  para  la  casa  pues  estaban  apilados  un poco mas allá. Edward  se  levantó mientras  dos  hombres jovenes  se  acercaban  a nosotros . Nos  saludaron  y se presentaron  . Eran  Marcos  y  Gelo,  llevaban  picos  y palas . Edward  se  fue  con ellos  , como  a  unos  cien  pasos  de  la casa  y  comenzaron  a  medir  y  a cavar  hoyos  y  surcos  . 
Me  comí el pan  y el jamón  mientras  los  miraba  . Edward  destacaba  por  encima  de  los  otros   dos.  Era  el  más  alto  , el  mas  delgado   y  guapo . Tenía una elegancia   caracteristica  de él  y de nadie mas .

Regogí  la ropa  de nuestra  colada  y la doblé en un cesto  para llevarmela  a la habitación.  Por  los pasillos me encontré con Marcelo  y me dijo que en su despacho estaban los útiles para  escribir y leer:  pizarritas para escribir  las letras, pergaminos  con textos  para  leer.  Todo eso me traía muy buenos recuerdos de cuando era pequeña.
Pasé por la cocina y  Ane  me llamó. Estaba  haciendo  una infusión de hierbas .
"Toma , es para ti , te aliviará  las  nauseas .Es  bueno ", me dijo.
"Muchas  gracias", le respondí.  Me tomé la infusión con un poco de miel y me gustó. Por la ventana de la cocina veía a Edward  trabajar . Ya  habian puesto una columna , hecha con un tronco  de árbol. Se le  veía feliz y sudoroso.  Dentro de poco  sería  la hora  de la comida.  Me  encontré  con Isra , que me miró timidamente  y me dijo:
"Bella..yo... esta tarde... ¿puedo ir a tus clases?  Es  que .... no sé leer."
"Oh, vaya...  sí, claro  que sí ", dije  muy sorprendida.  "Me alegrará mucho!"
A la hora  de  comer  llegó Edward , sucio y sudoroso.
"Voy a lavarme y cambiarme de ropa" ¿Estás bien, mi amor? "
"Sí, y tu? "
"Cansado  pero  contento", me respondió con su sonrisa torcida.  Lo vi  alejarse por el pasillo con ese movimiento  dulce y varonil que  me encantaba. No habia nada mejor  que ver  a Edward  y estar  con él. Bueno....  que  Jesucristo me perdone ;  Jesus era  mas  importante  que  Edward , pero era  cierto  que  Edward era el que me habia  llevado  hasta  EL.
Comimos  todos  en   la  mesa de la cocina  y tuve mas  apetito.  Los niños  comieron rapidamente, se levantaron, se lavaron las manos  y se  fueron al comedor  a esperarme.  Parecian muy emocionados  y  yo  tambien lo estaba.