Cuando salí al exterior , Edward ya había llegado. Su cara se transformó cuando vio que un hombre me maltrataba.
" Suelta a mi mujer !!! ", gritó Edward y le dio un puñetazo terrible ,tirándolo al suelo.
"Eh, tú, gigante " dijo el procurador romano , " Cálmate o será peor para ti ! Vais a venir los dos a la cárcel."
" Bien, bien, mi señor ", dijo el padre de Tomas, " Son cristianos, beben sangre humana, sangre de niños... "
Me abracé a Edward mientras mi corazón latía apresuradamente . Tenía miedo por el bebé. Sabía que muchas mujeres podían abortar si eran golpeadas o tiradas al suelo.
" Sé que los cristianos no podeis mentir... ¿Sois cristianos o no ? " , preguntó el romano.
Edward me apretó entre sus brazos . Podía sentir su pecho duro y protector y su corazón latiendo.
" Sí , somos cristianos mi mujer y yo " , respondió.
Pude ver una mirada de terror en la cara de Isra , y dijo :
" Yo no soy cristiana, prefecto. No lo soy ! No lo soy ! "
" Está bien,... ¿ y tú vieja? ", preguntó el romano.
" Yo soy demasiado vieja para nada ", respondió Ane. Era evidente que trataba de ganar tiempo, Marcelo llegaría en cualquier momento...
" Una yegua se ha puesto de parto ", me susurró Edward , " Me temo que Marcelo llegará tarde. "
"¿ Dónde está el niño ? " , preguntó el prefecto.
" Lo tienen secuestrado, mi señor. Beben su sangre, lo llaman bautizarse... " , dijo el repugnante padre de Tomas.
" Cállate tú .... Mañana regresaremos a por el niño, pero ahora vosotros vendreis conmigo " , dijo el romano.
ah britano !
ResponderEliminarmuero con el britano!
pero nos has dejado a mitad ,que pasó?
no lo cuentas,mala !
terceraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa no vayas tan lenta con los capítulos que me desespero !!!
ResponderEliminarporfa!!