EL BRITANO CAPITULO 59

Agosto era el mes de la siega . Marcelo contrataba a varios  hombres para que  ayudaran a recoger toda la hierba  que luego se almacenaría en el granero  para alimentar al ganado en invierno.
Edward  quiso ayudar  y durante toda esa semana  se levantó temprano  para  ir a segar  y volvía  a las tres de la tarde, cansado y sucio. Se  lavaba  y cambiaba de ropa  y se acostaba un poco hasta la hora  de la cena .
Esa semana lo pasé bastante sola sin Edward . Tenía mucho tiempo  y como él me había prohibido hacer  faenas pesadas, sólo  podía doblar la ropa, planchar y ayudar un poco en la cocina.  Me entretuve  leyendo unos volúmenes en el despacho de  Marcelo, pero hacía mucho  calor  por el  día  y me asaltaban extraños presentimientos ...

Una tarde del viernes, Edward  todavía no había regresado  de la siega . Apareció un hombre bajo y delgado  , parecía un magistrado romano, acompañado de un soldado  y del repugnante  padre  de Tomas.
Los perros comenzaron a ladrar.

"Mande  callar  a  los perros ahora mismo" , dijo el magistrado  romano. " Soy el nuevo prefecto  y  esta granja está  en mi  jurisdicción ."

" Aneeeee, Israaaaa, venid ! " , grité yo.  No habia ningun  hombre  todavía  en casa.  Al  poco aparecieron mis amigas y entre  las tres  pudimos sujetar  a los perros.

"Este  hombre  dice  que ustedes tienen  a su hijo ", siguió diciendo   el romano,  " y también dice que sois cristianos y que teneis unas  costumbres muy raras. He  oido que en Roma se han producido disturbios por culpa de esos cristianos ".

En ese momento una idea vivo a mi mente..... Corrí  a mi casa, entré en el dormitorio, cogí mi capa de viaje. Escondidos en los dobladillos de la capa  estaban los anillos  que demostraban  que yo  era  una patricia romana, aristócrata , el sello  de mi padre, ..... Era  lo único que nos podía salvar.

Sentí  las zancadas  del soldado detrás de mi. Me cogió de un brazo, me hizo daño...
"Mujer  idiota ! ,  ¿Crees  que vas a escapar ?  Vendrás a la cárcel !"
" Suéltame !  no hago nada malo, sólo  cojo mi  ropa ", dije , y escondí  los anillos en mi  sujetador . Me zarandeó  y me arrastró  hacia  afuera.

Cuando salí al exterior, Edward  ya había llegado. Su cara se transformó  cuando vio  que un hombre me maltrataba ....